viernes, 14 de marzo de 2008

Disfrute

Llego y ella me cuenta todo, hasta el detalle más chico de cómo fue el día con la nena. Que se rió, que lloró, que hizo caca, que no hizo, que le encanta el ventilador de techo, que pasó más tiempo en el gimnasio, que la cambió dos veces... Yo la miro agradecido y siempre la veo feliz. A veces cansada pero siempre feliz.

“Lo estás disfrutando”, le comenté hace un par de noches en medio de esos cuentos. Ella levantó la vista y no dudó: “Sí”. La enorme sonrisa que tenía me deslumbró. Casi casi lloré.

1 comentario:

Unknown dijo...

en dos palabras?
Fe
licidad